Las chicas jóvenes son el blanco de la gente que hackea sus computadoras para obtener accesos a sus webcams.
Los hackers envían por medio de Internet un virus que les permite acceder al escritorio de la víctima o a la computadora sin su conocimiento. Mediante el proceso llamado «ratting”, ellos encienden las webcams de las víctimas y, de esa manera, pueden verlas en la intimidad de sus propios hogares.
En su investigación, BBC Radio 5 Live encontró que hay un mercado clandestino que vende, por unos pocos euros, la posibilidad de ver a las víctimas (las cuales son apodadas como «esclavas”).
Los pedófilos también utilizan esta técnica para los niños que tienen computadoras en sus dormitorios. Engañan a la víctima para que descargue un software en su equipo. Normalmente se logra a través de un enlace que se envía en un correo electrónico. Los enlaces los llevan a fotos, música o incluso consejos de dietas e historias de celebridades. Una vez instalado, el software «remote administration tool” (RAT) permite a los hackers tomar el control de la máquina de la víctima en cualquier momento. También, los hackers pueden acceder a la unidad de disco duro y a los archivos personales guardados en el equipo. En Londres, un joven de 16 años de edad, llamado «John”, dijo a los investigadores que había hackeado más de 100 computadoras utilizando las webcams para ver a la mitad de las víctimas. Él dijo: «En realidad, no estaba buscando nada, sólo sus reacciones. Abría sitios desagradables al azar mientras que la persona sentada frente a su computadora veía una imagen de miedo o a alguien gritando, y yo veía su cara de miedo”.
«Hay gente horripilante que publica fotos de mujeres esclavas. Yo no estoy realmente metido en eso. Sí, esto es ilegal. Pero el riesgo de ser atrapado no es mucho. Es sólo un poco de risa».
[Vía]